sábado, 7 de abril de 2007

Intro

Arnica pertenece a un libro que escribí hace doce o trece años, cuando era un ser oscuro, autodestructivo y asocial.
En el año 2000, en medio del infierno, me deshice de todas mis pertenencias, de lo poco que quedaba ya. Lo único de lo que no me pude deshacer fue de mis escritos.
Los metí en una caja y la llevé a casa de mis padres, donde estuvieron muchos años, esperando. Hace tres o cuatro, en otro arranque de eliminar huellas, me deshice de casi todo. Una amiga, Alix, enterada de esto, me pidió algo, una muestra. Le entregué un fajo de hojas mecanografiadas. Lo guardó con mucho cuidado sabiendo que algún día volvería a ellas.
Eso sucedió hace una semana. Justo el tiempo que llevo creando esto. Ya que he decidido que el Oscar escritor tome el mando, qué mejor que volver a oir las voces del pasado, de aquel Oscar ya tan extraño para mí.
Deshimaru decía que hay que equilibrar los extremos, para encontrar la Vía del Medio. Supongo que esto que ahora hago consiste en eso, en dar un poco de luz a lo que fui, tratar de entender porqué demonios era tan raro.

Si habéis leido un poco del blog, sabréis de qué estoy hablando. Qué es lo que se avecina. Algo serio. Algo que exigirá de nosotros tener hecho este trabajo, esta búsqueda interior.
Si estoy escribiendo esto no es para lucirme, para conseguir éxito como escritor. Esas gilipolleces hace muchos años que dejaron de quitarme el sueño.
Si lo hago, es para animaros a vosotros a hacerlo, a buscar en vuestro interior, a conoceros, a respetaros, a entenderos.
Sé que en el mundo que hemos creado, es difícil. Pero el mundo que hemos creado está terminándose. De nosotros depende tomar la delantera al cambio, o ser engullidos por él.